El arroz en la cocina
Además de ser un alimento con múltiples propiedades y beneficios, el arroz integral es un alimento vivo y versátil que no cansa al paladar. Absorbe muy bien los sabores, se adapta a cualquier tipo de receta –dulce o salada– y combina fácilmente con la mayoría de hortalizas e incluso algunas frutas frescas.
Gracias a todas estas cualidades, puede protagonizar recetas completas que pueden servir de plato único, acompañado de hortalizas o legumbres para complementarlo nutricionalmente.
Esto se puede hacer utilizándolo, por ejemplo, en rellenos de verduras como calabacines, berenjenas y pimientos al horno, o en risottos y paellas.
Se puede cocinar con ajo, cebolla, apio o plantas aromáticas como el laurel o el cilantro. El azafrán o la cúrcuma ayudan a teñirlo de amarillo. Para darle un toque oriental basta condimentarlo con un buen curry o unos shitakes cortados finamente.
También resulta excelente como guarnición, para lo que se puede aumentar su presencia dándole forma con un molde engrasado en aceite y salpicándolo de verde con cebollino o perejil picado.
EL MEJOR MÉTODO PARA COCER ARROZ
Cuando se planifique una receta con arroz, se deben calcular entre 50 a 60 gramos por persona.
En una cacerola con tapa y fondo grueso se añaden una taza de arroz y dos de agua fría con sal, y un buen chorro de aceite de oliva.
Se pone el fuego fuerte, se tapa la cacerola y, cuando rompe a hervir, se baja la llama y se cuece hasta que absorba el agua (unos 40 minutos).
Un buen chorro de limón en el momento en que el agua de cocción rompe a hervir ayuda a dejar el grano un poco más suelto. Otro truco muy eficaz es sofreír los granos en aceite de oliva antes de hervirlos.
No hay que destapar la olla ni remover el arroz durante la cocción, para evitar que quede pastoso.
Antes de servir se deja reposar 5 minutos.
Peso | 1 kg |
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