COMPRA Y CONSERVACIÓN
La mejor época de compra para esta fruta es el verano (concretamente desde junio a agosto). A la hora de elegirla, debe escogerse una pieza firme, pesada y muy poco brillante en apariencia.
Se podrá saber cuándo ha alcanzado su punto óptimo de maduración al golpear su superficie con los dedos. Si emite un sonido hueco, indica que la fruta está llena de agua y a punto para ser consumida. No se han de comprar las que presenten roturas o tengan partes blandas.
Si la fruta está muy verde se puede dejar durante unos días a temperatura ambiente hasta que madure. Por último, se ha de tener en cuenta que la sandía es sensible al frío, aunque una vez recolectada se debe guardar en la nevera para que su pulpa no se vuelva seca y fibrosa.